Los 5 problemas más habituales en una comunidad de vecinos

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Vivir en comunidad muchas veces no es sencillo, aunque en realidad no tiene más secreto que ser respetuosos unos con otros y evitar realizar actividades que puedan molestar a los demás. Pero por muy bien que vayan las cosas hay problemas con los vecinos que son una constante en muchas comunidades.

¿Cuáles son los problemas más habituales en una comunidad de vecinos?

  • Ruido: Sin lugar a dudas el ruido es uno de los factores que más quejas genera en una comunidad de vecinos. Los hay para todos los gustos: vecinos ruidosos que ponen la música demasiado alta, los que caminan con tacones durante el todo el día, los que mueven muebles a cualquier hora, niños que corren o juegan con la pelota
  • Morosidad: Para poder mantener la comunidad es necesario que todos los vecinos contribuyan pagando mensualmente la cuota establecida. Pero siempre hay algún vecino que se niega (o no puede) hacer frente a estos gastos. La cosa se complica todavía más cuando lo que se paga es una derrama.
  • Limpieza: Cuanto más grande es la comunidad más problemas de limpieza suelen existir. Es habitual convivir con vecinos incívicos que no atienden a razones respecto a cuestiones esenciales como no dejar la basura en la puerta de casa o fregar el suelo si su mascota no ha podido aguantarse hasta llegar a la calle y se ha hecho pis.
  • Uso de zonas comunes: Todas las comunidades con zonas comunes como piscinas o parques infantiles tienen unas normas de uso que suelen implicar además el horario en que se pueden utilizar. Pero es frecuente que algunos vecinos obvien esas normas y pretendan usar la piscina o la pista de pádel a horas no habilitadas.
  • Cargos: En muchos casos el hecho de tener que asumir el cargo de Presidente de la comunidad, Presidente de la Escalera, Vicepresidente, etc. puede llegar a ser una fuente de conflictos, puesto que siempre hay algún vecino que se niega a asumir esta obligación.

¿Qué hacer frente a los problemas con los vecinos?

Para que la concordia siga imperando en la comunidad en estos casos lo mejor es intentar siempre una solución pacífica. El vecino que tiene problemas debe comunicárselo de forma amable y tranquila a aquél que le está molestando. En muchos casos esta llamada de atención suele ser más que suficiente.

Pero si el vecino molesto no atiende a razones entonces habrá que poner la situación en conocimiento del Presidente y del Administrador. El Presidente también suele intentarlo por la vía del diálogo y, si así tampoco se soluciona el problema, entonces el Administrador en nombre de la comunidad suele mandar un escrito instando a cesar en las molestias.

Si por la vía extrajudicial no se consigue nada, entonces no queda más remedio que acudir a la vía judicial contando con un abogado experto en este tipo de problemas. Lo que se busca en este caso es que sea el juez el que determine que el vecino molesto está obligado a cesar en su actitud. Además, si las molestias han sido graves o han causado daños, incluso puede acordar el pago de una indemnización.

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